Martin Urdemales era un hombre de campo que un día tras haber recibido su sueldo mensual decide, al día siguiente, irse para Colan Conhué a gastar lo que había ganado y merecía por todo su sufrimiento que le provocaba el trabajo y que poco le gustaba.
Allí estuvo una semana de fiesta.
Después, cuando se iba le quedaban seis monedas de un peso y se preguntó "¿Qué puedo comprar con estas monedas?". Entonces fue a preguntarle a Don Manuel quién vendía caballos éste le respondió que Cachasu. Fue Martin a la casa de Cachasu y le dijo si le vendía un caballo. El vendedor de equinos le dijo que si. Martin le explico que no tenía plata y le preguntó que si no tenía trabajo.
El vendedor le dijo que tenía chivas para cuidar, ante lo que Martin acepto; hecho el arreglo se fue con el patrón para el campo. Cuando el patrón se fue, Martin soltó las chivas y se fue para lo de su vecino a quien se las vendió. Se fue para el campo que cuidaba, pero antes pasó a agarrar martinetas, les cortó las alas y metió las martinetas en el corral. Se fue a agarrar el caballo más rápido que tenia el patrón y partió para el pueblo a avisarle. Cuando llegó -haciéndose el asustado- le dijo que no quería trabajar más:
-Porque una mañana yo taba matiando y salí a buscar a las chivas y las encerré, .de hay me jui a seguir matiando, despué jui a ordeñarlas y… baiga susto me pegué pachón Yo mejor me voy, su campo tá embrujao. Vaiga que me convierta a mí taén.
Y se fue para Comodoro buscando otro tonto para embromar.
El patrón fue a ver a las chivas y descubrió la mentira. Se fue a buscarlo pero Martin ya no estaba, ya se había ido, Nadie más supo de él en el pago.
Taller: Jugando con la literatura - 2008
Escuela Nº 79 c/i de Colan Conhué
Chubut - Patagoña - Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario